La Sociedade Galega de Neuroloxía, conocedora de la situación que sufren los familiares y los pacientes con necesidades de educación especial y sensible a las preocupaciones que también nos han transmitido asociaciones de pacientes a las que prestamos una colaboración desinteresada, desea hacer públicas las siguientes consideraciones:
En la actualidad, no es posible que un niño que precisa de un entrenamiento cognitivo especial y específico pueda recibirlo de forma adecuada si el mismo se pretende realizar conjuntamente con otros niños sin trastornos neurológicos. Y esto se debe a varias razones:
1. No todos los déficits neurológicos cognitivos de estos pacientes se corrigen con las mismas técnicas. Los niños con trastorno del espectro autista, con encefalopatía anóxica, con discapacidad intelectual, con enfermedades raras, con una encefalopatía o con trastornos del aprendizaje (dislexia, TDAH, etc), tienen distintos déficits cognitivos que han de ser tratados de forma diferente y específica.
2. Durante su desarrollo y su crecimiento, la capacidad y la velocidad de aprendizaje de un niño con déficit cognitivo hacen necesario adaptar e individualizar la información y a una menor velocidad que a un niño sin déficits.
3. A lo largo de su crecimiento, los pacientes con encefalopatías necesitan adaptaciones especiales que además son cambiantes durante su desarrollo físico y neurológico y por tanto se han de modificar en el tiempo.
4. Es frecuente que un niño con una encefalopatía grave puede tener un trastorno del comportamiento incompatible con el desarrollo armónico y adecuado de una clase, por lo que no es posible su adaptación a un entorno con otros niños distintos.
5. La enseñanza a un niño con déficit cognitivo secundario a una enfermedad neurológica debe ser realizada por personal con un entrenamiento específico que sea capaz de identificar los déficits y de planificar sus soluciones, conociendo que éstos son diferentes entre las distintas encefalopatías, entre los niños con similares encefalopatías y durante el desarrollo del mismo niño.
Si estos aspectos no se tienen en cuenta en el diseño de un plan de educación especial, con gran probabilidad estos pacientes sufrirán un trastorno del aprendizaje más grave del que ya padecen, perdiendo unas posibilidades potenciales de desarrollo cognitivo y físico que en un entorno de aprendizaje especial y adaptado a sus necesidades es posible recuperar o restaurar.
Por todo ello, consideramos que estos aspectos han de ser tenidos en consideración cuando se trate la planificación de la enseñanza a niños con déficits cognitivos secundarios a una patología neurológica connatal o adquirida.
SOCIEDADE GALEGA DE NEUROLOXÍA